El Santiago Bernabéu vivió una nueva edición del derbi madrileño, en un encuentro lleno de intensidad, roces y emociones que terminó con un empate 1-1 entre el Real Madrid y el Atlético de Madrid. Fue un duelo muy disputado, donde las defensas y las intervenciones clave de Jan Oblak evitaron que el marcador fuera más abultado.
El Atlético golpeó primero. En el minuto 34, el colegiado César Soto Grado sancionó una falta de Tchouaméni sobre Samuel Lino que generó controversia, ya que la infracción pareció ocurrir fuera del área. A pesar de las protestas locales, el penalti fue concedido y Julián Álvarez lo transformó con sangre fría, lanzando a lo ‘panenka’ para poner por delante a los de Simeone.
Tras el descanso, el Real Madrid salió con mayor determinación. Cinco minutos después de la reanudación, Mbappé igualó el marcador tras aprovechar un rebote dentro del área, luego de que un disparo de Bellingham se desviara en José María Giménez. El gol dio alas al conjunto blanco, que se volcó al ataque en busca de la victoria.
Sin embargo, el muro rojiblanco resistió. Oblak se convirtió en figura al frustrar varias ocasiones claras de gol, mientras el Atlético aguantaba con orden y apostaba por alguna contra salvadora. El Real Madrid no logró concretar su dominio en el tramo final, y el partido se cerró con un reparto de puntos que deja todo abierto en la pelea por el título.
Con este resultado, el Madrid conserva el liderato liguero, aunque la diferencia con sus perseguidores se mantiene ajustada. El Atlético, por su parte, se va con la sensación de haber resistido en un terreno complicado, aferrado a su solidez defensiva y a su portero.
El derbi demostró, una vez más, que la rivalidad entre ambos sigue siendo feroz y que cualquier detalle puede marcar la diferencia en la carrera por el campeonato.
